
Angustia me invadía,
me perseguía, seguía mis pasos...
Dos amigos ya no están,
menos de dos meses,
muchas cosas mutiladas,
llsentimiento desgarrado.
No son las ausencias las que cortan
lenta y profundamente, son las decepciones.
No los falsos apegos. Eran arte y parte
de mi cotidianidad, no eran rutina.
Eran prioridades a diario, a cada segundo,
con cada pensamiento, son la brisa del viento.
Simplemente ya no están...
Se escaparon con lo mejor y tiñeron de gris
lo que antes brillaba aunque no tuviera la luz del sol.
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