lunes, 15 de enero de 2007

Ivannia








Horas e historias de bus en bus

Ufff.... Cuando empecé a viajar a San José, hace ya como unos 6 años, era un tormento, realmente un tormento. Levantarme a las 4:45am para llegar a las 7am (de lunes a viernes y en ocasiones sábados y domingos), esto porque el trayecto de mi casa en San Isidro de Heredia a San Pedro es de hora y media cuando no hay mucho tránsito, pero usualmente son 2 horas o poco más...

Lo peor de todo es que yo soy una dormilona de primera, puedo dormir haga frío o calor, sea de noche, tarde o medio día. Pero de vez en cuando a uno le sucede eso de que lo ataca el insomnio y una vez que concilia el sueño hay que levantarse.... (se pueden imaginar mi cara cuando eso pasa!)

Pero como dice el dicho "Al mal paso hay que darle prisa", lo mejor es tirarse de un solo al piso y caminar rumbo a la ducha. Una vez bajo el chorro no queda de otra que ponerse pilas y que se jodan los demás, porque yo enciendo mi radio y empiezo a matizar el día con: Serrano por aquí, Anderson por acá, Gil que no puede faltar y por qué no algo de Francisco. Y así voy variando el repertorio mañanero...

Pues bien, un día mientras iba en el bus decidí dedicar esas 2 horas de viaje a analizar y ver si es cierto que no todo en la vida puede ser tan malo (a poco no). Y fue así como fui haciendo una listilla de las cosas buenas dentro de ese proceso de irme acostumbrando a ser una chica de ciudad, y vean unas cuantas:

Recordé que durante estos años viajando en bus 4 horas diarias pude:

Leer muy buenos libros: una larga lista de Gabriel García Marquez, otros de Isabel Allende, Patrick Suski, Cortazar, etc),

Escuchar y reescuchar muy buena música: los discos se rallaron de tanto escucharlos -jaja-: Pedro Guerra, Ismael Serrano, Silvio Rodríguez, Alejandro Filio, Pablo Milanés, Aute, Sabina, Fernando Delgadillo, Gal Costa, Gilberto Gil, Chico Buarque, Caetano, Guillermo Anderson, Perrozompopo, Francisco Murillo...

Conocer mucha gente: el señor del bus, la gente que como yo madruga para ir a sus labores, o aquellos que apenas van para su casa luego de hacer sus labores. Personas que ceden sus asientos a adultos mayores, a señoras embarazadas, y otras personas que si pueden les hacen una sancadilla, pero bien de todo se topa uno... Pero son más las personas que hacen que el día valga la pena.

Construir historias: Claro, montones de temas para mis notas de la universidad, los documentales y ficciones salienron de ahí... de esos viajes en autobús.

Pero más allá de todo esto, está el hecho de que no cambio ver como el sol va descubriendo las montañas, las casitas y calentando la piel de quien nos sentamos a la par de la ventana de un autobús 4 horas diarias.

Porque 4 horas diarias son 28 h a las semana, 120 h al mes y 1460 h al año.
Buen viaje.