lunes, 22 de octubre de 2007

Aprendiendo de los mosquitos

Tomado de la página de Helio Gallardo: http://www.heliogallardo-americalatina.info

Para el mosquito, que resulta el invisibilizado, el oprimido, el despreciado, el odiado en la relación… el reconocimiento y el acompañamiento no puede darse sin resistencia y lucha.

Cuando “zumba” en la oscuridad de los cuartos humanos, el mosquito está realizando una acción política propia de un proceso de aliento largo pero del que se siente orgulloso y que ofrece como testimonio a otros mosquitos, en particular a sus hijos, para que perseveren en la lucha.

El mosquito se está haciendo sentir, se hace sentir porque quiere significar desde sí mismo.

Los mosquitos podrían disfrazarse de seres humanos, pero no lo hacen. Y tampoco los mosquitos temen a los golpes y a la derrota, por eso perseveran, aunque mueran.

Temen en cambio a la desesperanza, a la pérdida o extravío de horizonte de esperanza porque ello conduce a no dar testimonio de existencia mosquita.

Y el cambio debe activarse desde la acción radical de los mosquitos. Sin lucha de mosquitos no habrá cambios.

El grito preferido de los mosquitos, no van ustedes a creerlo, es “Hasta la victoria siempre”.

1 comentario:

Dinia Solano dijo...

Hay que identificarse con ellos, sino, la desesperanza se apoderará de nosotros, después de ver lo que ha pasado en los últimos meses y años.

¡Saludos!
¡Y muy feliz cumpleaños!!!!

Nos estamos haciendo viejas :-)