domingo, 17 de diciembre de 2006

Tu voz me canta al oído. Estás tan cerca.


Sos esa melodía en la que me gusta embriagarme una, otra y otra vez...


Un solo recuerdo me basta para volver a sentir tus manos repasando uno a uno mis cabellos. Tu boca y tu aliento que se tragaban de a poco lo que quedaba de esa que solía ser mi vida.


Despierto y nuevamente me embarga ese sentimiento: tu no presencia.


Mejor me doy la vuelta y regreso a ese mundo donde solo la locura de los sueños me encuentran con ese que vos solías ser, el que no sos y el que de vez en vez se asoma, entre sueños o pesadillas, para recordarme quien soy, como soy, como te pienso...


Y de repente, dormida, me viene un nuevo sobresalto y me pregunto: Qué dijiste?


...No importa, solo estás aquí (en la dimensión de los sueños) y por el momento eso me basta.


Tristes, tristes sueños...

2 comentarios:

Ivannia Villalobos dijo...

Que divino!!!

Gracias por escribir.

Até logo!

William Eduarte dijo...

interesante