Sos esa melodía en la que me gusta embriagarme una, otra y otra vez...
Un solo recuerdo me basta para volver a sentir tus manos repasando uno a uno mis cabellos. Tu boca y tu aliento que se tragaban de a poco lo que quedaba de esa que solía ser mi vida.
Despierto y nuevamente me embarga ese sentimiento: tu no presencia.
Mejor me doy la vuelta y regreso a ese mundo donde solo la locura de los sueños me encuentran con ese que vos solías ser, el que no sos y el que de vez en vez se asoma, entre sueños o pesadillas, para recordarme quien soy, como soy, como te pienso...
Y de repente, dormida, me viene un nuevo sobresalto y me pregunto: Qué dijiste?
...No importa, solo estás aquí (en la dimensión de los sueños) y por el momento eso me basta.
Tristes, tristes sueños...
2 comentarios:
Que divino!!!
Gracias por escribir.
Até logo!
interesante
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