No doy la espalda, no me aparto, no me ensimismo, no me retraigo...
No cuento el 1,2,3... de las escondidillas...

Me preparo, paso a paso para voltearme,
para ver con nuevos pensamientos,
para entender con otros ojos,
para escuchar con otro gusto,
para sentir con otra palabra...

Mi cuenta tiene inicio, pero no tiene fin,
comprendo que esta deconstrucción es emprendimiento de todos los días.

Me volveré en un momento, dos o tres... no lo sé,
por ahora me concentro en trabajar en ello, en vivirlo y compartirlo.

Me empiezo a pensar diferente, a vivir diferente, a sentir diferente...
Esto apenas empieza...